domingo, 15 de julio de 2012

¿Qué tengo en mi bolsillo?

Los domingos son días de relax y de lectura en las largas tardes veraniegas. Si bien la semana pasa os recomendé una comedia ligera, hoy pasaremos por un clásico de la literatura fantástica: el Hobbit. Nos encontramos ante la primera obra del redescubierto autor John R.R.Tolkien gracias al cine. Lo tiene todo: trolls, enanos, dragones, héroes, elfos, magia y un tesoro. Sin contar que es una historia en ocasiones con tintes de humor del nuestro campechano. Y por supuesto tiene a un personaje central que no le gustan nada pero nada las aventuras pero que se verá envuelto en una que le cambiará la perspectiva de la vida para siempre, para los que no la conozcais os dejare una sinopsis:

Bilbo Bolsón es como cualquier hobbit: no mide más de metro y medio, vive pacíficamente en la Comarca, y su máxima aspiración es disfrutar de los placeres sencillos de la vida (comer bien, pasear y charlar con los amigos). Y es que todos ellos son tan vagos como bonachones, por naturaleza, y porque quieren. Pero una soleada mañana, Bilbo recibe la inesperada visita de Gandalf, el mago de larga barba gris y alto sombrero, que cambiará su vida para siempre. Con Gandalf y una pandilla de trece enanos, y con la ayuda de un mapa misterioso, nuestro héroe partirá hacia la Montaña Solitaria a fin de rescatar el valioso tesoro custodiado por Smaug el Dorado, un terrible y enorme dragón.

Este relato esta lleno de leyendas y realidades. La más conocida es que le surgió la idea mientras corregía un trabajo de un alumno y las primeras notas estaban escritas en los márgenes de ese examen. Otra sobre todo alentada por su hijo, es que Tolkien contaba cuentos a sus hijos para dormir y de ahí fue surgiendo la idea de la novela. Lo que si es cierto es que fue su primera novela publicada que no escrita del género y que revolucionó el mundo fantástico tal y como lo conocemos. Para los que no son muy de leer o no han leído antes les cautivara y les meterá en un mundo totalmente nuevo del que todos los autores mas recientes aun siguen bebiendo para crear sus obras.

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