Han pasado unos días desde el debate sobre el recorte histórico de derechos y de economía que vamos a sufrir, porque... lo vamos a sufrir. El ejecutivo(ahora se hacen llamar así tan a la americana, ¿no sería mejor dejar de disimular y llamarse administración neocon?), ha decretado esto si o si digan lo que digan los denostados sindicatos y por supuesto el pueblo al que representan estos y el “ejecutivo”. Pero tranquilos, esto se hará realidad en versión lubricante o dicho de otra manera nos enrabaran en mitad del mundial de fútbol para que no miremos con ganas de linchar al “ejecutivo”. Eso si, lo de que los ricos y los bancos paguen más lo dejamos para mas adelante... ahora ya no es prioritario para este “ejecutivo”.
Mientras tanto, el ciudadano baja a los infiernos y el paro sube a los altares de la desdicha, porque esto aún traerá más paro(y tenemos ya una cuarta parte de la población parada). Lo más cínico, es que entre medias el jefe del “ejecutivo” pues a los suyo, dando discursos y alegrandose de estos fastos que el jefe de la oposición aplaude en privado pero que en público no puede alegrarse amen de que era lo que le exigía hace tiempo. ¿Y los ricos? Pues tranquilos que si se derrumban los cielos de jade de sus palacios, MAFO(Miguel A. Fernández Ordóñez gobernador del Banco de España) buscara la manera de apretarnos a nosotros villanos y bellacos del populacho subiéndonos aún más los impuestos para que ellos sigan siendo la clase privilegiada.
Pero entre toda esta oscuridad creada por este Sauron moderno de Moncloa, surge una luz en la Gondor y Rohan ibéricas: Tanto Andalucía como Extremadura van a gravar a los bancos y las rentas más altas en función de sus negocios en el caso de los primeros y sus ingresos en el caso de los segundos. Veremos que hace nuestro Sauron jefe de las hordas del ejecutivo, ¿sacará el ariete Grond? Ya lo hizo una vez y se cerró sin más historias el caso Malaya. Pero mientras tanto... a temblar, porque Sauron ha decidido que tenemos que soportar el nivel de vida de los más ricos.
