sábado, 8 de abril de 2023

¿Sumaremos?

 

Cada vez que nace un proyecto político, nace una idea de país, de comunidad y también de convivencia, la conveniencia es importante y también llegar a consensos ciudadanía y posibles dirigentes. Antes la política y las campañas tenían más que ver con el programa electoral y con la presentación n de un proyecto de gobierno cara a una legislatura, eran otros tiempos. Hoy la política basa todo su éxito en el golpe de titular, los espacios concurridos en reces y el show, a más show, más presencia, el programa es lo de menos siempre y cuando se presente de manera machacona un eslogan, pero lo importante hoy día como ayer son los consensos para alcanzar las metas, sean las que sean.


Sumar, con Yolanda Díaz a la cabeza, nace como un proyecto nuevo dentro de la izquierda, viene avalado por el trabajo impecable de una, aún, ministra de trabajo del gobierno de coalición Socialista-Unidas Podemos, donde ha logrado la nada desdeñable victori de meter aunque sea un poco en cintura a los empresarios y convencer a los agentes sociales de que un acuerdo de máximos es inviable cara a la mejora de la vida del asalariado, hasta ahí todo bien. El problema es cuando la candidata de esta recién fundada formación se ha encontrado con la oposición frontal del partido que la aupó, Podemos, que no quiere a nadie que haga sombra a su liderazgo, basándose en sus estatutos internos como excusa para no acompañarla en su nuevo proyecto. No deja de ser curioso que Podemos exija unas primarias en tanto en cuanto no hubo votación interna para nombrarla vicepresidenta del gobierno a dedo, por el entonces líder de Podemos, Pablo Iglesias. Hoy Yolanda Diaz trata de legitimarse como alguien válido tras la disputa fría yferoz interna que tiene la actual líder de Podemos y su núcleo duro, Irene Montero, contra la que a mi modo de ver ven como una advenediza venida de Izquierda Unida y no de Podemos. Aún así, Sumar, es vista por las marcas afnes a Podemos e incluso por líderes territoriales como una vuelta al principio, una refundación refrescante y necesaria para levantar el barco de Podemos que lentamente se hunde entre sus peleas internas, su intransigencia para según que cosas y si establecimiento ya casi como un partido tan tradicional y poco outsider como el PSOE o el PP.


Me gustaría pensar que Sumar, va a ir viento en popa, en realidad hay mucha ilusión en una candidata y fundadora de este movimiento ciudadano. También me gustaría pensar que en la izquierda por una vez, aunque sólo sea una, va a ir en la misma dirección. Pero la verdad dura y real es que sumar, no será mucho si desde la cabeza visible de Podemos, Irene Montero entre otros y la no tan visible pero si mediática, Pablo Iglesias empiezan tratando de dinamitar cualquier opción que no sean ellos mismos, aplastando, laminando y ninguneando a todo lo que les parece mal en su cacareado código de pureza. Ojalá le vaya bien a Yolanda Díaz, porque eso será síntoma de buena salud en la política. Pero mucho me temo que el sonido del sable ha vuelto a aparecer en la izquierda y todos sabemos como suele terminar, cuando empiezan así, en un desastrea nivel votante y la sonrisa socarrona de la derecha que por norma es mucho más disciplinada a la hora de movilizar sus electores aunque se dividan.