Es curioso, en otros tiempos un debate en el congreso no hubiera pasado de un par de vallas cortando solo la zona del edificio principal. Hoy en cambio han sellado incluso las calles aledañas para estar, según Jesús Posada, independientes del jolgorio de fuera a la hora de deliberar, para él no era una medida excesiva sino adecuada pero añadía que aún así nada enturbiaría lo que se iba a decir dentro del congreso, ¿entonces para que ese dispositivo de seguridad que todos los medios han calificado de excesivo?. Seguramente porque también le tienen miedo a los funcionarios, esos tipos violentos que se han echado a la calle para derribar dialécticamente la democracia que según miembros del gobierno están intentando preservar.
Pero, ¿y en el congreso?. En la cámara baja como siempre estaban de dimes y diretes, en vez de estar a lo que tenían que estar, que es debatiendo cuantas cosas se pueden hacer aparte de recortar, derechos, servicios y de paso democracia para el ciudadano. Y parece ser que 350 cabecitas no son capaces de hacerlo, o al menos unas 170 de ellas que son la mayoría absoluta del PP. Parece ser que en palabras de Rajoy y cito: Hago lo único que se puede hacer. Lo peor no es que sea cierto, que no lo es, sino que su convicción al decirlo deja a las claras que no va a buscar y por supuesto poner en acción otro tipo de soluciones más o menos arriesgadas porque el no ve nada más que pueda hacer. Era delirante ver las caras de los ministros y parlamentarios del PP asentir sonriendo algunos y con cara de poker otros. La conclusión de este debate, es que nadie esta dispuesto a hacer más, ya que los otros grupos parlamentarios sólo preguntaban o censuraban como hacia Josep Antoni Duran i Lleida. La actitud de este señor me parece de lo más cínica en tanto en cuanto ellos también son perjuros como lo es el PP, ya que abjuraron de lo prometido y se metieron en los recortes, dejando a Catalunya de las menos afectadas a estar hoy la segunda con mas déficit del estado. Y con la pretensión además de convertir la manifestación pasiva en delito, total igual que en tiempos de Franco.
Pero eso sí, parece que el efecto Andrea Fabra se diluye. Pelillos a la mar total sólo se metió con sus compañeros de trabajo y con los parados ya de paso. Una sanción sin sanción porque el presidente del congreso no la oyó. Será que en el parlamento no disponen de dispositivos de grabación por cámaras, además de estenotipistas. Y además se disculpó por carta, cuando el insulto no fue por carta sino con aplauso y carcajada incluida. Menos mal, de haberlo hecho un servidor por ejemplo, la disculpa habría sido una multa a pagar y un tiempo en prisión por atentar contra el honor e injuriar. Es lo que tenemos, que no es una crisis económica ni de identidad, es una crisis de valores y respeto hacia el ciudadano por parte de una clase política que sólo tiene una idea para hacer las cosas y nada en valores como la educación, así funciona hoy la democracia. Saludos
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