domingo, 6 de noviembre de 2016

Negociación


Negociar según el diccionario de la academia, en dos de sus acepciones:
-Tratar asuntos públicos o privados procurando su mejor logro.
-Tratar por la vía diplomática, de potencia a potencia, un asunto, como un tratado de alianza, de comercio.
España, país donde tras dos elecciones sin llegar a acuerdos, se ha elegido un gobierno de manera parlamentaria sin el apoyo de dos terceras partes de la cámara baja, pero con la abstención positiva en segunda votación del primer partido de la oposición. Expuesto esto, cabría preguntarse porque la oposición en pleno no ha llegado a ningún acuerdo de desbloqueo o siquiera un acuerdo de mínimos que de como resultado la salida de un gobierno que nadie quiere. Cabría preguntarse porque una abstención que ha hecho presidente de gobierno al partido con más casos de corrupción de la historia de España y posiblemente de la historia de Europa en los últimos 30 años. También cabría preguntarse porque nadie obedece el mandato ciudadano cuando es lo que juran cumplir al iniciarse una campaña electoral.

Lo cierto es que el partido Popular gobierna sin haberse tenido que sentar a negociar nada en serio, sin quitar una sola coma y un solo nombre tanto de su programa, como de los ejecutores del mismo. Ni siquiera ha escondido que va a seguir recortando en derechos sociales, individuales y que las reformas de recorte masivo como sanidad, de recorte de derechos en empleo, de derechos de educación publica o simplemente de libertades individuales como la ley de seguridad ciudadana. Pero es más ha amenazado al primer partido de la oposición que quiere un apoyo total durante cuatro años a todo, es decir un cheque en blanco por una abstención sin ninguna contrapartida.

En estas nadie se ha sentado a negociar sin bajarse de sus máximas expectativas, nadie ha querido siquiera hacer el más mínimo esfuerzo en ser algo humilde y por supuesto, todos querían gobernar exactamente como ha acabado gobernando el recién elegido equipo de gobierno, en solitario y sin cortapisas. ¿Resultado de todo esto?: no tenemos lo que hemos elegido, tenemos lo mismo que en la anterior legislatura, con los mismos nombres y la misma actitud. En las elecciones todos dicen que han ganado por norma, pero aquí tras dos elecciones generales hemos perdido los electores porque no se va a cumplir nada del mandato ciudadano.

Y todo esto tras casi un año y ni un atisbo de negociación, ninguno. Alguien debería hablar con la Real Academia e incluir una nueva acepción en la palabra negociar: capacidad de dos o más partes de no querer llegar nunca a ningún acuerdo sin imponer todas sus posturas. Y a todo esto,¿por qué nadie nos ha preguntado si queremos ser parte de la negociación y no unicamente meros espectadores sin capacidad de decisión?, pues eso bienvenidos a España país donde lo único que importa es imponer y no negociar.