En los dos años que
llevamos bajo el gobierno del partido Popular, ha pasado casi de
todo. Pero lo único que se ha repetido una y otra vez es el rodillo
del ordeno y mando sin consultar al ciudadano ni pedirle su opinión,
es más si había que tomar una decisión que salvaguardara la
dramática situación del ciudadano medio español siempre se ha
decantado precisamente en contra de la mayoría y a favor de una
minoría que por lo general ni le importa ni se le espera, salvo para
envolverse falsamente dentro de una bandera mientras el gobierno y
asociados arreglaba la situación al estilo antiguo: entre ellos y
para ellos únicamente. Esta
manera de legislar(si se puede llamar así) trae siempre malas
respuestas y por lo general aun peores contramedidas. Las respuestas
han sido obvias a nivel social, tan palmarias que es imposible que
nadie en su sano juicio niegue lo que ocurre...o si. Y, ¿como se
niega la repercusión? Pues con medidas tan geniales como el recorte
de derechos, el miedo a ser encarcelado, el miedo a ser sacado del
sistema o la incautación de bienes para evitar difusión de imágenes no convenientes en una manifestación.
Todo
esto nos trae a algo que parece que a todo el mundo se le esta
escapando: el gobierno del partido Popular ha declarado
la guerra a todas las Españas.
Alguien dirá, ¿pero de qué va este idiota?. Es sencillo, pero
larguísimo de explicar. Pongamos en el lienzo de esa frase algo que
nadie o casi nadie comenta, ¿a saber?, los sistemas públicos están
siendo retirados y privatizados a nombre de otras personas y/o
empresas sin permiso de la ciudadanía en cuestión que es a fin de
cuentas la dueña de esos servicios, por ejemplo el agua. Esta siendo
privatizada en todos los municipios gobernados por el PP, aunque
también los gobernados por el PSOE. Hay que decir que en los
gobernados por los primeros se hace sin preguntar como ya pasó en
Alcázar de San Juan. Primer paso para derrotar a una población
hostil: romper su linea de suministros. Una vez hecho esto, crear
mecanismos para evitar una respuesta contraproducente que pueda
llevar a una derrota, ¿cómo traducimos esto?, no es complicado
imaginárselo: modificando la ley electoral municipal creando
mecanismos para que siempre salgan los dirigentes adecuados sea cual
sea el resultado. Otra estrategia muy útil es la que ya desarrollo
el viejo Queipo de Llano: publicidad, publicidad y publicidad creando
malos y buenos. Sobre todo hay que tener un foco de culpables para
que la población se culpe a si misma de la situación y no culpe al
invasor. La pregunta a todo esto es, ¿qué pueden hacer los
defensores ante esta guerra no declarada pero ejecutada al detalle?.
Sinceramente yo no tengo la respuesta, lo que si se es que la estamos
perdiendo y que como esto siga así no quedará nada que salvar. Un cordial saludo.
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