miércoles, 20 de septiembre de 2017

Somos catalanes en el armario

España país que no aprende de sus errores, derecha que sigue viviendo en ese mundo de Oz particular llamado dictadura franquista. El mal llamado desafío, entente y también problema catalán no es otro que el incumplimiento parcial y total de la tan llorada y aupada a los altares transición política española, que no fue sino la perpetuación de un sistema político, el franquista, con un matiz en las reglas y un encalado de las paredes del sistema para que pareciera más blanco y moderno.

Deteniéndonos en el problema actual tenemos a un gobierno autonómico(de momento) que prometió a sus electores una consulta de opinión vinculante o no por todos los medios pactada o no pactada para poder cumplir la voluntad de sus ciudadanos. Por el otro lado tenemos un gobierno central(de momento), en la que sus lineas a seguir para atajar el problema son el ninguneo, la no política y el NO por sistema sin alternativas sin ninguna idea que proponer a ese electorado, el catalán. Lo peor, si es que ya hay algo peor que esas detenciones de hoy, es que la situación que han creado y que esta gestando el gobierno central ademas de estar ya más que prevista, es únicamente confirmarle al catalán y a este servidor que el estado español es incapaz de ser un estado democrático de verdad, limitándose a sacar el garrote y la espada en vez de la política y el dialogo, exactamente igual que pasaba en el siglo XIX cuando perdimos el tan llorado imperio. Aunque la situación no mejora, sino que empeora si vemos la reacción del primer partido de la oposición: ninguna. Se abstiene porque por dentro esta desgajado por mucho que aparenten lo contrario y no se unen siquiera para tener una única posición más allá de la de la bandera de España por encima de todo, triste panorama para el resto de los españoles. Si alguien piensa que Catalunya no se irá, vive en el mundo de Oz del partido Popular, es más si alguien cree que no se irá tras ese agujero alguna más también vive en un mundo aparte. El resultado de este fracaso político es de proporciones épicas y dará como coletazo final el aupamiento del fanatismo ideológico de ultra derecha si es que no lleva tiempo estando ya viviendo cómodamente.

Esta situación me lleva a identificarme con el catalán pero no porque sea independentista o no, sino porque lo que piden, lo que han suplicado hasta la saciedad es una consulta y un reconocimiento propio dentro del estado. Es algo que ha sido negado sistemáticamente, algo que ha sido vilipendiado, judicializado y atacado. Viendo esto me empiezo a dar cuenta de que a lo mejo soy un catalán “en el armario”. Porque analizando la situación sin que aun llegue la sangre al río del todo, me doy cuenta de lo que puede venir detrás de todo esto y no quiero ni imaginar el desarrollo, ya que vivimos algo similar durante 40 años, en el siglo XIX y en otras situaciones similares y terminó con represión. Pero el problema es que el español medio se ha instalado en el cortoplacismo y el olvido político que tan hábilmente ha instaurado en gobierno actual.

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