España país que no
aprende de sus errores, derecha que sigue viviendo en ese mundo de Oz
particular llamado dictadura franquista. El mal llamado desafío,
entente y también problema catalán no es otro que el incumplimiento
parcial y total de la tan llorada y aupada a los altares transición
política española, que no fue sino la perpetuación de un sistema
político, el franquista, con un matiz en las reglas y un encalado de
las paredes del sistema para que pareciera más blanco y moderno.
Deteniéndonos en el
problema actual tenemos a un gobierno autonómico(de momento) que
prometió a sus electores una consulta de opinión vinculante o no
por todos los medios pactada o no pactada para poder cumplir la
voluntad de sus ciudadanos. Por el otro lado tenemos un gobierno
central(de momento), en la que sus lineas a seguir para atajar el
problema son el ninguneo, la no política y el NO por sistema sin
alternativas sin ninguna idea que proponer a ese electorado, el
catalán. Lo peor, si es que ya hay algo peor que esas detenciones de hoy, es que la situación que han creado y que esta gestando el
gobierno central ademas de estar ya más que prevista, es únicamente
confirmarle al catalán y a este servidor que el estado español es
incapaz de ser un estado democrático de verdad, limitándose a sacar
el garrote y la espada en vez de la política y el dialogo,
exactamente igual que pasaba en el siglo XIX cuando perdimos el tan
llorado imperio. Aunque la situación no mejora, sino que empeora si
vemos la reacción del primer partido de la oposición: ninguna. Se
abstiene porque por dentro esta desgajado por mucho que aparenten lo
contrario y no se unen siquiera para tener una única posición más
allá de la de la bandera de España por encima de todo, triste panorama para el resto de los españoles. Si alguien piensa que
Catalunya no se irá, vive en el mundo de Oz del partido Popular, es
más si alguien cree que no se irá tras ese agujero alguna más
también vive en un mundo aparte. El resultado de este fracaso
político es de proporciones épicas y dará como coletazo final el
aupamiento del fanatismo ideológico de ultra derecha si es que no
lleva tiempo estando ya viviendo cómodamente.
Esta situación me lleva
a identificarme con el catalán pero no porque sea independentista o
no, sino porque lo que piden, lo que han suplicado hasta la saciedad
es una consulta y un reconocimiento propio dentro del estado. Es algo
que ha sido negado sistemáticamente, algo que ha sido vilipendiado,
judicializado y atacado. Viendo esto me empiezo a dar cuenta de que a
lo mejo soy un catalán “en el armario”. Porque analizando la
situación sin que aun llegue la sangre al río del todo, me doy
cuenta de lo que puede venir detrás de todo esto y no quiero ni
imaginar el desarrollo, ya que vivimos algo similar durante 40 años,
en el siglo XIX y en otras situaciones similares y terminó con
represión. Pero el problema es que el español medio se ha instalado
en el cortoplacismo y el olvido político que tan hábilmente ha
instaurado en gobierno actual.