
Hace unas semanas en la
comisión de reconstrucción, el presidente de la misma, Patxi López,
tuvo que ponerse muy duro, mucho para callar a unos y a otros. Lo mas
vergonzoso fue qu tuviera que recordarles para que estaban ahi, que
era lo que se esperaba de ellos y solo falto que tuviera que
explicarles punto por punto que significa ese juramento ante la
constitución cuando reciben sus cargos, sencillamente dio vergüenza
ajena. Hoy las instituciones políticas a nivel legislativo a todos
los niveles es eso: mala educación, vergüenza ajena y nada de
política. Muchas gracias Sr. Aznar ya que fue usted y sólo usted
quien trajo el insulto y el desprecio a los atriles de la política
para no tener que hablar de política, de aquellos barros estos
lodos: Santiago Abascal, Pablo Casado y como no su lacayo favorito:
Cayetana Alvarez de Toledo, persona que presume de algo que no tiene:
Grandeza.
Y con la pandemia, la cosa no ha mejorado, ni aun cuando equivocados o no en el modo, la tasa de mortandad y contagios ha descendido, no, ha sido al contrario el tono es aún mas vergonzante, el nivel ha subido y y el tono de voz pasa al nivel gritos como si estuvieran de jarana, en cambio seguimos siquiera sin un acuerdo para nada de nada. Mientras tanto como dijo Patxi López, los problemas se acumulan sin que izquierda y derecha les importe un pimiento, solo los insultos de la derecha y insultos de vuelta de la izquierda que pretendía ser regeneradora. Hoy no tenemos cámaras legislativas sino una competición por ver quien es más inapropiado, mal educado y grito. Bienvenidos a la nueva política: la cámara de los gritos.
Y con la pandemia, la cosa no ha mejorado, ni aun cuando equivocados o no en el modo, la tasa de mortandad y contagios ha descendido, no, ha sido al contrario el tono es aún mas vergonzante, el nivel ha subido y y el tono de voz pasa al nivel gritos como si estuvieran de jarana, en cambio seguimos siquiera sin un acuerdo para nada de nada. Mientras tanto como dijo Patxi López, los problemas se acumulan sin que izquierda y derecha les importe un pimiento, solo los insultos de la derecha y insultos de vuelta de la izquierda que pretendía ser regeneradora. Hoy no tenemos cámaras legislativas sino una competición por ver quien es más inapropiado, mal educado y grito. Bienvenidos a la nueva política: la cámara de los gritos.